Nace en Valencia en 1966, y pasa su infancia en el taller de su padre, orfebre y joyero y de su madre que realiza esmaltes artísticos. Entra en contacto con Rafael Pérez Contel a la edad de 14 años y desde entonces se establece una relación Maestro-Discípulo como en lo mejor de la época renacentista. El estrecho vínculo continuará hasta la muerte de Rafael en mayo de 1991.Instala su primer estudio profesional en París desde 1991 hasta 1997. Casado con Marie-Noëlle Pelletier (de nacionalidad francesa) en 2002. Se instala en Llíria, en 1998 donde abre su estudio y escuela internacional. Tienen cuatro hijas: Laia 1999, Clara 2000, Emma 2002 y Nina 2003. En la actualidad divide su tiempo trabajando en sus estudios de Valencia (España), Pekín (China) y Villeveyrac (Francia).
Parece que el arte es el aspecto más visible de la creatividad. Sí, es cierto que en las creaciones artísticas, la libertad en la aplicación de nuevos conceptos, técnicas e ideas son la base de las obras de los artistas; no obstante, el proceso creativo forma parte de una serie de elementos repetitivos y de «mecanismos de confort» que al aplicar pintura, modelar arcilla o usar el carboncillo, genera un «proceso creativo» conocido y que se puede replicar –con más o menos variaciones– y es lo que nos aporta las etapas de los artistas y sus variaciones en su estilo personal.
Así pues, en el arte, la perspectiva cognitiva analiza cómo los artistas perciben el mundo, cómo asocian ideas, cómo manipulan imágenes mentales y cómo generan conceptos nuevos al combinar elementos de formas inusuales. Esto se relaciona con la teoría de la “combinación de conceptos”, que sugiere que la creatividad surge cuando las personas toman ideas de diferentes dominios y las combinan de maneras novedosas.
Si analizamos con detalle cómo se producen los procesos creativos en el mundo artístico podremos aplicar los mismos principios en el ámbito empresarial. No para pintar cuadros, claro, pero sí para acceder a los mismos mecanismos creativos que podrán resolver problemas de manera diferente.
3 ventajas CLAVE sobre la Perspectiva Cognitiva en el Arte:
- Comprensión del Proceso Creativo: Al estudiar los procesos cognitivos subyacentes a la creatividad, los artistas y teóricos podemos entender mejor cómo surge la innovación en el arte, lo que permite desarrollar técnicas para fomentar la creatividad de manera más sistemática. En mi caso, y aquí me apoyo en mi propia experiencia, comprender cómo se desarrollan las ideas ante cuadros y esculturas me facilita el proceso –oculto, para muchos, en los inicios– añadiendo una «confianza ciega» en que el resultado final será el esperado.
- Desarrollo de Técnicas Creativas: La perspectiva cognitiva puede ayudar a identificar técnicas específicas para estimular la creatividad, como la asociación libre, el pensamiento divergente, o la reestructuración de problemas, que pueden ser aplicadas en la creación artística.
- Optimización del Aprendizaje Artístico: Comprender cómo el cerebro procesa y almacena información visual y conceptual puede ayudar a diseñar métodos de enseñanza más efectivos para desarrollar habilidades artísticas. En mis talleres y Mentorías, todos estos conceptos se «teorizan» para comprenderlos, pero sobre todo para poderlos transmitir y que el alumno los haga suyos.
No basta con que un alumno vea trabajar a su profesor, (este sistema, muy antiguo ya, es efectivo tras muchos, muchos años de relación personal y de trabajo entre el maestro y el discípulo). Hoy la teorización, el análisis y la reflexión nos permiten avanzar mucho más rápido en los conceptos; pero sobre todo en la transmisión de los conocimientos necesarios.
Así es como los procesos creativos se explican, se analizan y se transmiten.