¿Qué es lo que inspira a escribir?
-La música, la literatura, leer poesía, caminar y observar con los cinco sentidos, escuchar a la gente
¿Cómo encuentras las palabras para expresar lo que sientes?
Para mí, el conjunto de palabras tiene de tener ritmo, tienen de ser comprensibles (no utilizar palabras complicadas).
¿Cómo transformas un momento en una obra de arte?
Esto ya lo tiene que decidir el público. Pero en primer lugar debes de sentir lo que escribes, te debe tocar la fibra, revolver tu interior, entonces intuyes que vas por el buen camino para crear.
¿Qué elementos consideras necesarios para un buen poema?
La autenticidad, saber de qué escribes, tener un argumento, crear una atmosfera, que tenga ritmo, que la última estrofa, las últimas palabras dejen sorprendido al lector, el poema debe cobrar vida a medida que avanza, de tener giros inesperados para que vaya atrapando a lector.
¿Qué opinas acerca de la forma y el estilo de la poesía?
Cada poeta tiene el suyo, y todos los considero válidos. Pueden ser estructurados con una métrica, con una rima, o ser de estilo completamente libre, incluso pueden prescindir de puntos, comas, de mayúsculas al principio de la frase para que sea el lector el que las coloque.
¿Puedes dar un ejemplo de un buen poema?
Difícil, ¡Hay tantos buenos! En principio podría citar a Charles Baudelaire y a William Blake, pero repito existe un amplio abanico.
¿Qué es lo que te gusta de la poesía?
Que es autentica. Decía la poetisa Idea Vilariño: ” Yo puedo mentir en la vida real, pero nunca en un poema”. También que continúa siendo libre, la poesía no está aún contaminada por las modas, o influenciada buscar el éxito del capitalismo,
La poesía sigue su propio camino, alejada del mundo material.
¿Puedes mencionar algún obstáculo que te hayas enfrentado al escribir poesía?
Si, claro, no saber qué decir, no saber expresarme con las palabras adecuadas, escribir sin causar emoción.
¿Cómo superaste este obstáculo?
Pues dejar de escribir hasta tener la idea más clara, estar en “stand by”. Dejar reposar la idea, analizarla desde otra perspectiva.