Uno de los artistas más influyentes de la historia del arte que no pudo tener reconocimiento ni vivir de su genio artístico.
Nacido el 30 de marzo de 1853 en un pequeño poblado al sur de los Países Bajos llamado Groot-Zundert, sus primeros años de vida (niñez y adolescencia) marcaron lo que sería su sensibilidad en el arte y su carácter.
Fue pobre principalmente por varias circunstancias relacionadas con su vida y su carrera artística.
De familia protestante y el segundo de seis hijos. Theodorus van Gogh, su padre, era pastor protestante, y Anna Cornelia Carbentus, su madre, provenía de una familia que ya tenían el arte en la sangre.
Los valores en los que fue educado fue gracias la religión del entorno familiar en especial de su padre, la fe, dedicación y trabajo lo marcaron, estos fueron los cimientos en los que creció.
Mostró interés por el dibujo y la observación del mundo que le rodeaba desde muy joven a pesar de una infancia accidentada. Esto dejó una profunda huella emocional en el Vincent mismo ya que las dificultades de la familia en plena etapa de su desarrollo influyo en gran manera por lo que desde muy joven tuvo una sensibilidad especial hacia el sufrimiento y la melancolía.
Van Gogh, un joven reservado y aparentemente sin pretensiones de destacar en los estudios mantuvo una pasión por su arte, en su tiempo de ocio lo dedicaba a el dibujo y la pintura y a sus 16 años empezó a trabajar en una tienda de arte familiar, esto le puso en contacto con el mundo artístico a tan pronta edad, todo esto unido a la vida que tuvo desde niño lo estaba llenando de aprendizajes que lo enriquecerían, pero también sus inquietudes y conflictos internos que más tarde llegarían a ser el reflejo del uso del pincel, colores e intensidad emocional de su obra.

