¿EL ARTE ES VITALISTA?
El arte, si es una revelación que se verifica y consolida a cada instante, permanece, aunque no sea exactamente lo que Cioran asevera, pese a que el que tenga un destino signifique el tener miedo del tiempo -nuestro mayor enemigo-, y pese a que el sentido de lo perdurable sea cada vez más difícil de concebir y compartir.
Dentro de esta anarquía del claroscuro, ya no existen éxtasis intensos y dramáticos y la amplitud del misterio es una rata oscura pidiendo silencio.
A pesar de todo, Cioran nos asegura que la plástica, en general, es una negación de la temporalidad y que el sentimiento íntimo de la muerte sólo es fecundo cuando mediante él podemos dar profundidad a los actos de la vida.
Después de todo, el arte es construcción y el artista es un creador que hace que las formas modelen nuestra existencia y se impliquen en nuestro devenir, conceptos y emociones. Con ellas se producen sondeos de transmutaciones, metamorfosis, metáforas, alegorías y símbolos, al mismo tiempo que nos confieren un análisis agudo de nuestras sensaciones.
Así que al caminar a través de esa conciencia de sabiduría adquirida que es el arte, nos adentramos en esa atmósfera que nos hace dudar y pensar en la rutina de nuestros hábitos perceptivos, de nuestras mentalidades, visiones y conocimientos, porque de lo que se trata es de conquistar una experiencia que, según Cioran, es el único bien.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)